jueves, 15 de diciembre de 2011

Nadie sabe de tu acento ni tu nombre...

(Si pudiera, te llevaba a mi casa, a alguna casa...
A veces, me miro en el espejo, y no me reconozco.
¿Quién inventó este desorden establecido? Da pena.)


Andando por las calles solo vas durante el día
y sola, en verdad, es también la noche.
Cual fantasma errabundo que arrastra su cadena,
¿qué condena para después de muerto?

Nadie sabe de tu acento ni tu nombre
pero conocen bien tus letanías
aún cuando parece que no las oyen.

Tú, sigues insistiendo,
orando a alguien que no es dios,
pero que, como dios,
esperas, sea misericordioso.

Nadie sabe de tu acento ni tu nombre,
si eras de familia bien,
si rezabas cada día,
ni si  -de ser así-
tu suerte se truncó.

Tú eres invisible a los ojos del que mira.
Y del que no mira, también.

La ceguera del mundo
tiene poco de ceguera
y mucho de podredumbre.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Me voy a hacer el pino a ver si cambio de perspectiva...

Gira el mundo, gira.
Día y noche.
Noche. Día.
Las cuatro estaciones y los años bisiestos.
Gira, gira todo en mi cabeza
como si la vida fuera un parque de atracciones
del que no pudiese escapar...
-Entrada gratuita-
Odio las montañas rusas
y hasta el tiovivo me marea.
Todos ríen.
Yo quiero llorar.
Se me sube lo de adentro a la garganta
y me quema, me quema el magma,
las palabras, el esperma...
Esa mezcla hecha bola que tragué muchas veces.
Intento buscar la saliva, la salida... tragar.
Pero sólo me sale escupir. Vomito.
Ya estoy mejor. Me voy...
Me voy a hacer el pino a ver si cambio de perspectiva.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Para amarte no necesito mapas

Para amarte no necesito mapas,
sólo noches
y unas cuantas estrellas
e s p a r c i d a s
una
       a
           una
de forma casual.

Como si  c
                   a
                       y
                 e
              r
                 a
                     n
                         sobre tu espalda

   -peca
                a
   peca-


Por cada una
un deseo,
un sueño,
un instante
ávido y fugaz;
Un beso.
 
 
Para amarte no necesito mapas
pues no hay fronteras,
ni peajes
ni aduanas
ni horarios de aeropuertos,
ni colas de espera...

Cosquilleo en la tripa
cuando todo empieza.

Siempre embarco el viaje
con el afán de la sorpresa
de despertarme en nuevas playas
aunque tu nombre sea el mismo.
Mismo nombre,
misma cama,
mas no el destino.
Me gustas.
-Me gusta viajar sin mapas-


viernes, 2 de diciembre de 2011

Nada -más que eso...-

Ya sólo piensa en dormir y ser su dueña;
Nada de ser autómata que sorbe café
y se pinta los labios rojos,
por no querer decir más fuerte;
"Esta boca es mía, pero te la presto"
Mi boca cerrada y bonita de rojo...
Sin moscas.
Nada de no tener nada en los ojos;
ni ojos, ni lágrimas, sólo cuencas.
Nada de callar verdades
en este mundo de disparate.
Nada de perseguir estrellas.
Nada de nada, nada, nada...
y siempre a contracorriente.
Nada de gente corriente.
Nada... Nada entre la indiferencia,
para eso duerme, duerme y sueña...
a veces, con que no despierta.

(Mi mente también tiene alas y ganas de descansar...)