martes, 31 de enero de 2012

Me robaste un recuerdo distraido...

Me robaste un recuerdo distraido
al filo de la noche,
alfiler en mi pecho adolorido,
tu presencia como broche.

Vuelan las ausencias
allá en el horizonte,
y son aves de peso
desplomadas en el verso,
donde cielo, mar y tierra
se confunden,
y se besan por si ocaso.

El sol tiene esas costumbres.

miércoles, 18 de enero de 2012

El péndulo del reloj marca las horas...


 (Y nació un poema gracias a la práctica de una 
particular teoría sobre la Rel-actividad del tiempo...)


El péndulo del reloj marca las horas
pero es tu corazón el que me dice
el tiempo que estoy contigo a solas.

-Tic tac, tic tac...-

En un instante constante,
distante la realidad,
-los pies en el aire-
y en el último estante,
un par de besos que vuelan
hacia un poema mejor.

Por hacerte la guerra,
¡cuerpo a tierra!
y te hago el amor.

Desnuda pero amada
suelto un disparate,
¡ah, mi alma cargada
de risa desarmada!

Hay epidemia en el colchón
y sueños locos en los cabellos enredados.
Hay insomnio en nuestros ojos.
Y nada de ganas de hacernos la paz.

Haremos la guerra...
es un sólo instante,
constante,
distante,
dislate...
Me lates.

-Tic, tac, tic, tac...-

Se me van las horas
cuando me meces entre tus brazos...
¿o son las olas?

lunes, 16 de enero de 2012

Todo me huele a plástico...

 Esta noche en que el aire me huele a tierra mojada
os dejo, para que no os olvidéis donde vivís,
 un poema prefabricado - de hace algún tiempo-
 casi sin olor y con dos espinas,
¡que lo disfrutéis!


TODO ME HUELE A PLÁSTICO


Todo me huele a plástico

en este mundo prefabricado

donde los amores se compran

en la sección de congelados,

al dos por uno y de oferta.



No se respira, se fuma

el aire condensado;

huele a tubo de escape el viento,

a manío en la nevera

a whisky doble tu aliento,

las chicas jóvenes a barbie

y los mendigos a perro.

-Todo me huele a plástico-


viernes, 13 de enero de 2012

Un poema sin ti

Un poema sin ti
es un mar sin oleaje,
un océano de dudas,
son versos salvajes
que nadie habita...
No son de nadie,
tampoco puedo llamarlo mío
aunque disimule
y salga de mi pluma.
Es fervor, es locura,
es delirio de la noche,
este poema sin nombre
casi huérfano de padre
-y también de madre-
Ven y hazme tuya,
tu poema es el mío.
Dale algo de sentido
a este garabato.

miércoles, 11 de enero de 2012

Dos poemas fríos y una niña tonta...

GLACIACIÓN I

Y a pesar de todo,
la contaminación es tan grande
y el vacío tan inmenso
en nuestra humana condición,
que se nos heló
por el correr de la fría sangre,
todito el corazón.
-Le pese a los casquetes polares.-


GLACIACIÓN II
(Otras formas de vida)

El frío está a este lado del cristal
de la ventana sin cortinas,
no traspasa el sol con sus rayos,
hay flores de plástico en el jarrón
y una vida inerte en mí.
El cuerpo respira,
bombea el corazón,
-no desactivé el piloto automático-
y la cabeza sobre el mismo eje
sigue girando y girando,
como muñeca de maletero
del "Todo a cien".
Pero se me fue el muelle
y asiento en "¡No!"


domingo, 8 de enero de 2012

Por ser... si escribo, existo

Y después de todo existir,
con la cruz a cuesta,
en forma de equis distinta,
distante,
interrogante,
pesada como una penitencia...

El mundo es tan grande
y yo tan pequeña
que ni en el reflejo del espejo
me veo a veces.
Y me siento sin agua
como aquellos peces
que buscan el mar
en lo redondo de su pecera.

Y sé que es inútil
y que hay más mundo,
y que asusta lo grande
cuando los pasos son diminutos
y hay tanto gigante suelto.

Y se me enredan en el pelo
las letras de poeta
y las horas sin sueño,
los tepienso con dueño
como perra sin amo...

No hay bozal para boca tan chica,
ni ladrido, ni mordida que me enfrente.

Tal vez;
un beso en la frente,
una buena estufa al corazón,
o café para dos.
Esto son cosas importantes me digo,
donde hay besos  tan de mentira
como los snacks sabor jamón,
 las farolas sustituyen a las estrellas
y los rascacielos a los árboles...

No sé si soy sucedáneo de mí misma
o si soy yo misma.
Me conformo con ser.

Es por eso que aparece la equis,
con su voz ronca y su tono gris
en forma de migraña;
y se balancea en su telaraña
riéndose de mí y mi jaqueca.

Y pienso si yo, soy yo,
o soy producto de algo,
si soy un monstruo bello...
o si existen esas cosas.
Y me siento absurda
en la absurdez del Mundo.
Absurdez absoluta,
escribiría en neón
de bajo consumo.

Por ser,
-si escribo, existo-
las palabras despejan la incógnita
en este mundo indiferente
con destino equidistante.