Andar sin zapatos
es una buena propuesta,
no fui invitada a la fiesta
pero me siento reina del baile
girando como una peonza
siempre sobre el mismo eje,
bien abiertos los ojos
que hay que estar en el ajo.
La realidad es la trama,
la trampa del ratón,
el queso que te atrapa,
el bicho mordedor.
Prefiero el sueño
y andar descalza
como el ornitorrinco
encerrado en un laberinto
casi onírico...
Inventado.
Prefiero el cielo
que morder la tierra
que sabe a barro.
Me gusta lo que deparan las estrellas
y la sombra de la noche.
Me asombra ser mariposa,
y a la luz de una vela
jugar a las sombras chinas.
Puedo ser muchas cosas,
mientras la realidad rechina.
Prefiero lo inventado
y andar sin zapatos.
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