sábado, 28 de mayo de 2011

EN VEZ DE SOCIEDAD, HIPOCRESÍA

En vez de sociedad, hipocresía.
Nuestra conciencia de clase
no tiene conciencia,
ni ciencia,
ni clase,
ni nada que se le parezca.
Es un desfase.
Que no, que no soy un bicho raro
que aunque escriba poesía
estoy en el paro,
que como,
como y cago cada día.
Y, a veces, también escupo...
Escupo palabras al papel,
al teclado, a mi madre,
a mis hermanos,
y hasta al perro,
¡joder!...
Si me parezco demasiado
demasiado poco es demasiado,
estereotipo prototipado
de chica joven admiraescaparates,
que se guarda lo que piensa,
que no dice disparates,
que no sabe de ciencias
más que de maquillajes,
potingues, trajes...
aunque también me guste la moda
y me pinte los labios.
En vez de sociedad, hipocresía,
mucha niña mona
para tan poca belleza en el lenguaje,
que "yo voy a lo mío",
que "de ti me río",
lo más normal
del ser social,
de vivir en sociedad como que no.
En vez de sociedad, hipocresía,
para ver lo que queremos ver,
ciegos hasta nuestra nariz,
sin ningún otro matiz
que el que nos quieran enseñar.
Se nos olvidó el sentir,
no sabemos más que caminar
por pura acción locomotriz.
Aunque no sepamos para dónde...
para donde vaya todo el mundo vamos.
En vez de sociedad, hipocresía,
me creí tus besos,
me creí tus abrazos,
me recrée en tus ojos
me miré en tus labios,
y pensé que era reina,
la reina del salón de baile,
de un puntapié, hicistes jaque,
y me quedé bailando sola.
Llamémosle sociedad,
mientras la hipocresía necesite nombre.

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