Ya sólo piensa en dormir y ser su dueña;
Nada de ser autómata que sorbe café
y se pinta los labios rojos,
por no querer decir más fuerte;
"Esta boca es mía, pero te la presto"
Mi boca cerrada y bonita de rojo...
Sin moscas.
Nada de no tener nada en los ojos;
ni ojos, ni lágrimas, sólo cuencas.
Nada de callar verdades
en este mundo de disparate.
Nada de perseguir estrellas.
Nada de nada, nada, nada...
y siempre a contracorriente.
Nada de gente corriente.
Nada... Nada entre la indiferencia,
para eso duerme, duerme y sueña...
a veces, con que no despierta.
(Mi mente también tiene alas y ganas de descansar...)
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