Percusionista de tu cuerpo templado,
soy músico a horas indecentes,
en las que, en el aire acallado,
suena un beso de repente.
No sé cantar, ni lo he intentado,
pero al murmurarte lentamente
tu nombre canto, de tus labios
brota risa transparente;
de mi pecho un do enajenado.
-Soy músico a horas indecentes-
nooooo puede ser, es HERMOSO!!!
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