lunes, 1 de agosto de 2011

Noche de agosto...

En la oscuridad veo tus ojos,
son profundos como un pozo,
tengo sed del agua de tus ojos,
si me miras, beberé.
Noche de agosto;
el aire está caliente y mi cama arde,
no por tu ausencia, es tu recuerdo
el que deja la mano al antojo
de mi cuerpo, en busca de tu rastro.
Debería oler a naftalina
-asi huelen las cosas antiguas,
los jerseys de mi madre-
pero el aire huele a sudor,
a locura nocturna en agosto
y aunque sobran sábanas,
faltan recuerdos y caricias,
y un nombre con que llamarte
y un cuerpo para amarte,
y tu lengua como órgano,
que es así como mejor nos entendemos.
Noche de agosto;
un soplo de ti,
aviva mi sueño,
el cielo está en llamas.

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