(Y nació un poema gracias a la práctica de una
particular teoría sobre la Rel-actividad del tiempo...)
El péndulo del reloj marca las horaspero es tu corazón el que me dice
el tiempo que estoy contigo a solas.
-Tic tac, tic tac...-
En un instante constante,
distante la realidad,
-los pies en el aire-
y en el último estante,
un par de besos que vuelan
hacia un poema mejor.
Por hacerte la guerra,
¡cuerpo a tierra!
y te hago el amor.
Desnuda pero amada
suelto un disparate,
¡ah, mi alma cargada
de risa desarmada!
Hay epidemia en el colchón
y sueños locos en los cabellos enredados.
Hay insomnio en nuestros ojos.
Y nada de ganas de hacernos la paz.
Haremos la guerra...
es un sólo instante,
constante,
distante,
dislate...
Me lates.
-Tic, tac, tic, tac...-
Se me van las horas
cuando me meces entre tus brazos...
¿o son las olas?
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